domingo, 8 de marzo de 2009

SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE

SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE.

Una oración simple es aquélla que tiene sólo un verbo conjugado.

Sujeto.

Un sujeto es de quien se habla en la oración. Se encuentra haciendo la pregunta ¿Quién? al verbo. Existen varios tipos de sujeto:

  1. Desinencial; un sujeto es desinencial cuando no aparece expreso en la oración, se identifica con un pronombre personal. Ejem.

Él/Baila mucho

  1. Nominal; es aquel cuyo núcleo es un sustantivo. Ejem.

La niña es mi amiga. Rolando no se baña.

  1. Pronominal; es aquel cuyo núcleo es un pronombre sea este personal o demostrativo. Ejem.

Yo no dije nada ayer. Eso me costó muy caro.

  1. Tácito; es aquel que estando expreso en la oración, luego se hace referencia desinencial por medio de otro verbo.

Predicado.

Es lo que se dice del sujeto en la oración. El predicado incluye al verbo. Existen dos tipos de predicado:

  1. P. Verbal; es aquel que tiene como núcleo un verbo transitivo e intransitivo. Se encuentra en cualquier oración predicativa. Ejem.

El perro de la casa se comió al conejo.

  1. P. Nominal; es aquel que tiene como núcleo al adjetivo calificativo especificativo del complemento predicativo en una oración copulativa. Sólo las oraciones copulativas tienen predicado nominal. Ejem.

La joven bailarina es preciosa.

Complementos verbales.

Complemento Directo:

Es aquel que complementa directamente la acción del verbo. Se encuentra de la siguiente forma:

  1. Se hace la pregunta ¿qué? al verbo.

Yo quiero un pastel de chocolate.

  1. Los pronombres átonos lo-los-la-las siempre son CD.

Antonieta la vio en la piscina del centro turístico.

  1. Los pronombres reflexivos me-te-se-nos-os funcionan como complemento directo cuando en la oración no hay otro complemento directo.

Ayer me mordí muy fuerte.

Complemento Indirecto:

Complementa indirectamente la acción verbal. Se encuentra de la siguiente forma:

  1. Se hace la pregunta ¿a quién? al verbo.

A ella le compraron un libro en Italia.

  1. Los pronombres átonos le y les siempre funcionan como CI.

Le dimos una golpiza al ladrón de joyas.

  1. Los pronombres reflexivos me-te-se-nos-os funcionan como complemento indirecto cuando en la oración ya hay complemento indirecto.

Me mordí la lengua muy fuerte.

Complemento Circunstancial:

Complementa la acción del verbo con circunstancias de tiempo, modo, lugar, etc... Se encuentra haciendo cualquier pregunta que no sea las que se hacen al sujeto, al CD y al CI. Todos los adverbios son CC.

Verbo.

Son aquellas palabras que indican acción o estado. Se clasifican en:

  1. V. Transitivo; es aquel que admite complemento directo.
  2. V. Intransitivo; no admite CD.
  3. V. Copulativo; es aquel verbo que une a un sujeto con un atributo.

Complementos Verbales.

Complemento Directo:

Es aquel que complementa directamente la acción del verbo. Se encuentra de la siguiente forma.

  1. Se hace la pregunta ¿qué? al verbo.
  2. Los pronombres átonos lo-los-la-las siempre son CD.
  3. Los pronombres reflexivos me-te-se-nos-os funcionan como complemento directo cuando en la oración no hay otro complemento directo.

Complemento Indirecto:

Se encuentra de la siguiente forma.

  1. Se hace la pregunta ¿a quién? al verbo.
  2. Los pronombres átonos le y les siempre funcionan como CI.
  3. Los pronombres reflexivos me-te-se-nos-os funcionan como complemento indirecto cuando en la oración ya hay complemento indirecto.

Complemento Circunstancial:

Se encuentra haciendo cualquier pregunta que no sea los que se hacen al sujeto, al CD y al CI. Todos los adverbios son CC.

ORACIÓN SIMPLE. Es aquella que sólo tiene un verbo conjugado.

Se clasifica en:

Oraciones copulativas; son aquellas oraciones que tienen un verbo copulativo y complemento predicativo.

Mi poesía (es el espejo de mi alma) PV


Oraciones Predicativas; son aquellas que tienen un verbo transitivo o intransitivo. Se clasifican en:

  1. O.P.Intransitiva: son aquellas que no tienen complemento directo.
  2. O.P.Transitiva: son aquellas que tienen complemento directo.

*O.P.T.Oblicua: son aquellas que tienen complemento directo pero no tienen me-te-se-nos-os.

Alonzö (compró un libro para su hermano). PV.

*O.P.T.Refleja: es aquella que tiene un pronombre reflexivo (me- te- se- nos- os). Se divide de la siguiente forma:

A.1 O.P.T.R. Directa: es aquella en que el pronombre reflexivo funciona como CD.

Yo/(Me mordí.) PV.

B.2 O.P.T.R. Indirecta: es aquella en que el pronombre reflexivo funciona como CI.

Alberto (se rompió un brazo en la mejenga) PV.


Oraciones Predicativas Transitivas Recíprocas: son aquellas en que la acción del verbo recíproco es realizada y recibida por un sujeto plural. (O.P.T.Rec)

Juan y Ana (se besan apasionadamente). PV.


domingo, 1 de marzo de 2009

La ventana

Él dijo, en una carta, que aquella noche regresaría... y aquella noche, ella estaba esperándolo.

Sentada en una banca de la salita, de rato en rato, desde la ventana, hacía subir una mirada por la cuesta... hasta la Osa Mayor.

Las casas, enfrente, blanqueadas con cal de luna, estaban arrugadas de puro viejas.

A veces, las luciérnagas trazaban líneas con tinta luminosa.

El viento venía sobre los potreros cortando aromas de santalucías, y entraba fragante por la ventana... igual que el gato de la casa.

Del filtro de piedra caían las gotas en una tinaja acústica. Caía una gota y salía una nota... caía una gota y salía una nota...

Sobre los tinamastes del fogón, el agua del caldero cantaba como nunca.

Un San Antonio guatemalteco, se había puesto negro de tanto tragar humo de culitos de candela.

La llama sobre el pabilo daba saltos sin caerse. Era un duendecillo de fuego... Pero al fin, un gatazo de viento se metió por la ventana... y lo botó.

La mujer se fue para la cocina, le robó al fogón un duende y, protegiéndolo con una mano, volvió a la sala.

En aquel momento, entró él.

El nuevo duendecillo proyectó en la pared un abrazo inmenso.

–¿Qué querés?... –dijo ella cuando pudo hablar.

–Dame un vaso de agua de la tinaja.

Hacía... ¡siete años! Que tenía ganas de beber un vaso de agua fresca y pura de aquella resonante tinaja, porque allá... donde él había estado tanto tiempo, el agua era tibia y salobre.

Después... se puso a acariciar con sus miradas la salita de su casa. ¡Su casa!... ¡Su hogar!...

Entonces notó que su mujer le había hecho quitar los barrotes de hierro a la ventana...

Y con una mirada, destilando gratitud, le dio las gracias.

Es que somos muy pobres

Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de agua, sin darnos tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que pudimos hacer, todos los de mi casa, fue estarnos arrimados debajo del tejaván, viendo cómo el agua fría que caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan recién cortada.

Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río

El río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada. Yo estaba muy dormido y, sin embargo, el estruendo que traía el río al arrastrarse me hizo despertar en seguida y pegar el brinco de la cama con mi cobija en la mano, como si hubiera creído que se estaba derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a dormir, porque reconocí el sonido del río y porque ese sonido se fue haciendo igual hasta traerme otra vez el sueño.

Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había seguido lloviendo sin parar. Se notaba en que el ruido del río era más fuerte y se oía más cerca. Se olía, como se huele una quemazón, el olor a podrido del agua revuelta.

A la hora en que me fui a asomar, el río ya había perdido sus orillas. Iba subiendo poco a poco por la calle real, y estaba metiéndose a toda prisa en la casa de esa mujer que le dicen la Tambora. El chapaleo del agua se oía al entrar por el corral y al salir en grandes chorros por la puerta. La Tambora iba y venía caminando por lo que era ya un pedazo de río, echando a la calle sus gallinas para que se fueran a esconder a algún lugar donde no les llegara la corriente.

Y por el otro lado, por donde está el recodo, el río se debía de haber llevado, quién sabe desde cuándo, el tamarindo que estaba en el solar de mi tía Jacinta, porque ahora ya no se ve ningún tamarindo. Era el único que había en el pueblo, y por eso nomás la gente se da cuenta de que la creciente esta que vemos es la más grande de todas las que ha bajado el río en muchos años.

Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que cada vez se hace más espesa y oscura y que pasa ya muy por encima de donde debe estar el puente. Allí nos estuvimos horas y horas sin cansarnos viendo la cosa aquella. Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye nada. Por eso nos subimos por la barranca, donde también hay gente mirando el río y contando los perjuicios que ha hecho. Allí fue donde supimos que el río se había llevado a la Serpentina la vaca esa que era de mi hermana Tacha porque mi papá se la regaló para el día de su cumpleaños y que tenía una oreja blanca y otra colorada y muy bonitos ojos.

No acabo de saber por qué se le ocurriría a La Serpentina pasar el río este, cuando sabía que no era el mismo río que ella conocía de a diario. La Serpentina nunca fue tan atarantada. Lo más seguro es que ha de haber venido dormida para dejarse matar así nomás por nomás. A mí muchas veces me tocó despertarla cuando le abría la puerta del corral porque si no, de su cuenta, allí se hubiera estado el día entero con los ojos cerrados, bien quieta y suspirando, como se oye suspirar a las vacas cuando duermen.

Y aquí ha de haber sucedido eso de que se durmió. Tal vez se le ocurrió despertar al sentir que el agua pesada le golpeaba las costillas. Tal vez entonces se asustó y trató de regresar; pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre aquella agua negra y dura como tierra corrediza. Tal vez bramó pidiendo que le ayudaran. Bramó como sólo Dios sabe cómo.

Yo le pregunté a un señor que vio cuando la arrastraba el río si no había visto también al becerrito que andaba con ella. Pero el hombre dijo que no sabía si lo había visto. Sólo dijo que la vaca manchada pasó patas arriba muy cerquita de donde él , estaba y que allí dio una voltereta y luego no volvió a ver ni los cuernos ni las patas ni ninguna señal de vaca. Por el río rodaban muchos troncos de árboles con todo y raíces y él estaba muy ocupado en sacar leña, de modo que no podía fijarse si eran animales o troncos los que arrastraba.

Nomás por eso, no sabemos si el becerro está vivo, o si se fue detrás de su madre río abajo. Si así fue, que Dios los ampare a los dos.

La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana, ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada. Porque mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes.

Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi casa y ellas eran muy retobadas. Desde chiquillas ya eran rezongonas. Y tan luego que crecieron les dio por andar con hombres de lo peor, que les enseñaron cosas malas. Ellas aprendieron pronto y entendían muy bien los chiflidos, cuando las llamaban a altas horas de la noche. Después salían hasta de día. Iban cada rato por agua al río y a veces, cuando uno menos se lo esperaba, allí estaban en el corral, revolcándose en el suelo, todas encueradas y cada una con un hombre trepado encima.

Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle. Ellas se fueron para Ayutla o no sé para dónde; pero andan de pirujas.

Por eso le entra la mortificación a mi papá, ahora por la Tacha, que no quiere vaya a resultar como sus otras dos hermanas, al sentir que se quedó muy pobre viendo la falta de su vaca, viendo que ya no va a tener con qué entretenerse mientras le da por crecer y pueda casarse con un hombre bueno, que la pueda querer para siempre. Y eso ahora va a estar difícil. Con la vaca era distinto, pues no hubiera faltado quien se hiciera el ánimo de casarse con ella, sólo por llevarse también aquella vaca tan bonita.

La única esperanza que nos queda es que el becerro esté todavía vivo. Ojalá no se le haya ocurrido pasar el río detrás de su madre. Porque si así fue, mi hermana Tacha está tantito así de retirado de hacerse piruja. Y mamá no quiere.

Mi mamá no sabe por qué Dios la ha castigado tanto al darle unas hijas de ese modo, cuando en su familia, desde su abuela para acá, nunca ha habido gente mala. Todos fueron criados en el temor de Dios y eran muy obedientes y no le cometían irreverencias a nadie. Todos fueron por el estilo. Quién sabe de dónde les vendría a ese par de hijas suyas aquel mal ejemplo. Ella no se acuerda. Le da vueltas a todos sus recuerdos y no ve claro dónde estuvo su mal o el pecado de nacerle una hija tras otra con la misma mala costumbre. No se acuerda. Y cada vez que piensa en ellas, llora y dice: "Que Dios las ampare a las dos."

Pero mi papá alega que aquello ya no tiene remedio. La peligrosa es la que queda aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y altos y medio alborotados para llamar la atención.

-Sí -dice-, le llenará los ojos a cualquiera dondequiera que la vean. Y acabará mal; como que estoy viendo que acabará mal.

Ésa es la mortificación de mi papá.

Y Tacha llora al sentir que su vaca no volverá porque se la ha matado el río. Está aquí a mi lado, con su vestido color de rosa, mirando el río desde la barranca y sin dejar de llorar. Por su cara corren chorretes de agua sucia como si el río se hubiera metido dentro de ella.

Yo la abrazo tratando de consolarla, pero ella no entiende. Llora con más ganas. De su boca sale un ruido semejante al que se arrastra por las orillas del río, que la hace temblar y sacudirse todita, y, mientras, la creciente sigue subiendo. El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.

Práctica de sintaxis.

Analice sintácticamente las siguientes oraciones simples.

  1. Los alumnos escuchaban atentos las palabras del profesor.
  2. Carlos aterrizó cansado del viaje en avión.
  3. Tu hermana estaba cansada por el esfuerzo.
  4. Estos apuntes son de mi compañero.
  5. El padre se quedó petrificado de la noticia.
  6. Mi hermana es de San Fernando.
  7. El jugador será sancionado por el comité
  8. Declararon inocente al acusado
  9. Me acuerdo de aquel pueblo
  10. Recuerdo aquel pueblo con emoción
  11. Le di un beso a Teresa
  12. Raquel miró en diagonal el artículo
  13. Le dije en conciencia la verdad a Pablo
  14. Le dije a Gabriel que viniera pronto
  15. ¿Para qué vamos a comer?
  16. Esa chica práctica es de La Manga
  17. La silla ha sido encolada esta mañana por Luis
  18. Yo les traigo de su parte los bocadillos
  19. Tranquilo iba por la calle tu hermano
  20. A su madre le propuso una tregua
  21. Contestó nervioso a las preguntas del profesor
  22. Me gusta bastante fastidiar
  23. Alicia contó la película a sus hermanos
  24. Nos veremos más tarde en tu casa
  25. En Luis confiaremos una vez más a pesar de su traición
  26. Le vemos muy joven
  27. Los niños van alegres.
  28. El libro resultó interesante.
  29. El discurso fue leído por el presidente en el Parlamento.
  30. Los doctores operaron a sus pacientes.
  31. Isabel fue premiada por el colegio.
  32. El sol deslumbró a los niños desde el cielo.
  33. Derrapó el coche en la curva.
  34. Escuchó atento las indicaciones antes del examen.
  35. El policía fue muy listo.
  36. Expulsaron a todos los borrachos de la sala de baile.
  37. Llegaron lentamente a la plaza a las cinco.
  38. A sus sobrinos, les compraron caramelos.
  39. Los troncos fueron retirados ayer por los soldados.
  40. La lluvia empapó mucho a los ciclistas.
  41. El equipo llegó entusiasmado al estadio.
  42. El director estaba en el despacho.
  43. Llegaba feliz con su nuevo hermano.
  44. Le han regalado un viaje en un concurso.
  45. Parecía triste.
  46. Se refugiaron bajo los soportales.
  47. Tu silencio es alarmante.
  48. Quiero esos libros.
  49. Ladró el perro.
  50. Los cigarrillos perjudican la salud.
  51. Fue impresionante aquel espectáculo.
  52. Aquí sobran esas opiniones.
  53. Perdí un lápiz.
  54. Ayer comió mucho.
  55. El saber no ocupa lugar.
  56. Compraremos estos libros.
  57. Los mejores coches de carreras tienen gran potencia.
  58. Los grandes descubrimientos ayudan al hombre.
  59. Perdió su sonrisa.
  60. Las manos blancas de mi madre son hermosas.
  61. La mesa de madera tiene muchas marcas.
  62. Nosotros conocimos a la prima de María.
  63. Agradecimos la visita de toda la familia.
  64. Las frutas más convenientes son las de temporada.
  65. Las máquinas modernas ayudan al hombre.
  66. La película fue vista por María en el cine.
  67. Los alumnos dieron regalos al profesor en su despedida.
  68. Pedro fue visto por nosotros el otro día.
  69. La cometa desapareció rápidamente entre los árboles.
  70. El coordinador dio las consignas a los responsables.
  71. Juan fue multado.
  72. Pedro parece muy disgustado.
  73. La comida parece riquísima.
  74. Mi padre se levantó nervioso.
  75. Dejamos a los niños dormidos.
  76. Este reloj es de plástico.
  77. Fui premiado por mi actitud.
  78. El balón de reglamento está en la caja.
  79. Sus amigos fueron zarandeados en el metro.
  80. Siempre como la sopa con cuchara.
  81. Nosotros estamos tristes.
  82. Por la mañana, el viento soplaba furioso.
  83. El conserje entregó el paquete al vecino esta mañana.
  84. La mesa es grande.
  85. Los niños llegaron hambrientos.
  86. Ana lleva limpio el vestido.
  87. Fui bautizado en el año 1974.
  88. Enrique es un famoso abogado.
  89. Los turistas regresaron satisfechos.
  90. La protesta fue apoyada por toda la población.
  91. Mi tía está muy cansada.
  92. Recibió los aplausos desde el balcón con agrado.
  93. Fue al cine muchas veces.
  94. Los turistas fueron recibidos por la azafata.
  95. Los insectos están en la exposición.
  96. Pedro Rodríguez era un hombre muy nervioso.
  97. La muchacha miraba absorta hacia el ventanal.
  98. La voz de la muchacha perdió su tono de serenidad.
  99. Mis hermanas regresarán pronto de la cacería.
  100. Tres figuras atravesaron el prado.
  101. De repente, gritó a pleno pulmón.
  102. Todos los sábados Mónica juega al baloncesto.
  103. Mi vecino tiene un perro precioso.
  104. Ayer María estuvo en casa de Julieta.
  105. Esta mañana se ha posado en el tejado un halcón.
  106. Carmen y Paloma viajaron a Egipto.
  107. Te espero en el teatro.
  108. Los muchachos salieron corriendo.
  109. No vuelvas a casa tan tarde.
  110. Celia y tú iréis al parque.
  111. Un montón de perros acosaban a Pedro Pérez.
  112. El anfitrión saludaba amablemente a sus invitados.
  113. Todos los animales de la granja enfermaron a la vez.
  114. A los pocos minutos, el sol salió de nuevo.
  115. Ana es azafata de vuelo.
  116. Mi profesora ha sido sustituida por su enfermedad.